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sábado, 23 de noviembre de 2013

Visita al Museo Diocesano de Arte Sacro, Las Palmas de Gran Canaria


(La Dolorosa, foto propia, Catedral de Santa Ana)
El pasado 20 de noviembre, tuve el enorme placer de asistir a una visita guiada al museo diocesano de arte sacro y a la Catedral de Santa Ana- Las Palmas de G.C.-, de la mano de María de los Reyes Hernández Socorro, Catedrática de Historia del Arte de la Universidad de la misma ciudad.


La visita, tan enriquecedora como siempre, nos permitió conocer a con detalles, el fondo museístico de ambos edificios.
La parte de la visita más arquitectónica, la colgaré en mi otro blog oficial que recomiendo visitar, ya que se trata de algo diferente, pero aquí me centraré en las tallas y las pinturas.

Las tallas fueron espectaculares, todas en habitaciones solo para ellas, aunque algunas demasiado embutidas en el habitáculo, sin apenas espacio entre ellas y el metacrilato. Muchas de estas figuras, son del siglo XVI, (Las más fotografiadas por mí), aunque también habían tallas del siglo XVII-XVIII y XIX.


En la imagen de abajo, intenté reflejar la obra de la mano de José Luján Pérez, un artista muy estudiado y admirado tanto en las islas como fuera de ellas.

(Fotos propias, tallas de Luján Pérez) 

Debo poner una coma en esta exposición, para mostrar el detalle de ésta última foto de arriba.
Se trata de Cristo portando la cruz, como vemos, resaltando las vestimentas de época de las figuras, incluso algunas han sido revestidas nuevas, salvo la figura del Cristo, que me acerqué para mostrarles en detalle, de las roídas telas que conserva aun la figura en cuestión como vemos aquí abajo.

(Detalle de las telas de la época de realización de la pieza, foto propia)

(Detalle de las tallas, foto propia)



Esta talla especialmente reseñada aquí abajo, es la primera imagen de la “Virgen del Pino de Terore”, aquella que, supuestamente, aparece en el pino de Teror, en el siglo XV.
(Nuestra Señora del Pino primitiva, foto propia, museo diocesano de Arte Sacro)

Muchas de las pinturas eran grandes lienzos, tipo cortesanos, obispos que llenaban todos los ángulos del lienzo, algunos más llamativos que otros.
El particular patrio de los naranjos, separa la Catedral con el museo diocesano de Arte Sacro. Una vista estupenda, gracias también a ese cielo azul que nos acompañó durante la visita. 
El patio de los naranjos tiene una estructura típica, y realizada con madera de pino canario (conservadas desde su construcción), y en sus galerías se aprecia los balcones en madera de pino también, algunos restaurados, pero perfectamente conservados.



Las pinturas son  las que nos acompañaron durante un tramo del museo de Arte sacro, aunque también, las hemos encontrado en las diferentes capillas de la Catedral Santa Ana. Muchas han podido ser restauradas, otras, por su gran envergadura y su alto coste, no han podido ser tratadas como merecían, teniendo en cuenta sus siglos de historia.
Pese a las obispales de las que comenté anteriormente, también destacamos pinturas sacras, entre las cuales se encuentran dos del manierista Francisco Pacheco, suegro de Velázquez, situadas en una de las capillas.
Aquí dejo, unas muestras de ellas.
Queda mucho por ver, y mucho por decir. Una visita tan bien asesorada implica un tropel de datos inmenso para quienes lo recibimos, pero mi capacidad memorística está resintiéndose con el paso del tiempo. 
Agradezco encarecidamente a Mayeye, su dedicación a lo que quiere y le gusta, pero que no deja de ser un trabajo, y por supuesto la voluntad que pone para que nosotros podamos conocer parte de nuestra cultura, que a veces, vamos aparcando para ser sumidos en la rutina diaria, sin mirar a nuestro alrededor y contemplar y nutrirnos con nuestro Arte.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Figuras flamencas, Era de Mota, Valsequillo




Hoy quiero mostrar en este rinconcito de internet, una visita guiada a la que tuve el placer de asistir en la Casa-Museo de Colón el pasado 7 de noviembre. Visita y charla explicativa de la profesora de Hª del Arte, María de los Reyes Hernández Socorro, que nos presentó unas maravillosas tallas flamencas de madera de roble.
Un breve resumen introductorio para invitar y recomendar a todo aquel que esté interesado/a, a repetir la acción el 28 de este mes de noviembre de 2013. No se arrepentirán.


(Foto propiedad de la Casa Museo de Colón)

El Museo Casa de Colón, situado en el barrio de Vegueta (Las Palmas de G.C.), organiza unas visitas guiadas con presentación de la obra invitada, "Las esculturas flamencas de Era de Mota, fechadas en el siglo XVI". La presentación de las obras, está a cargo de manos de María de los Reyes Hernández Socorro, más conocida como "Mayeye" en el ámbito cultural.
María de los Reyes Hernández Socorro es, entre otras muchas cosas, Catedrática de Hª del Arte en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Coordinadora de muchas actividades, Comisaria de tantas exposiciones que necesitaría un blog para ella sola, es miembro de comités, directora de equipos de investigación, imparte diversos máster oficiales, ha sido pregonera de las Fiestas del Pino de Teror en el 2011, Nombrada "hija predilecta" de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en junio del 2010.


Pese a la juventud de esta mujer, tiene un currículum larguísimo, extensísimo y completísimo, digno de admiración y respeto.



La Pintura flamenca de los siglos XVI y XVII (sacado de la guía de la propia Casa Museo de Colón).
La colección de pintura de la Casa de Colón se forma a partir de las adquisiciones del Cabildo de Gran Canaria, las obras procedentes de la Junta Delegada de Incautación y Salvamento (1941) y los depósitos del Museo del Prado (1940).
La colección sigue un criterio cronológico y temático y va del siglo XVI a principios del XX. Está formada por pinturas sacras, mitológicas y alegóricas, pasando por el retrato y el costumbrismo.
Canarias forma parte de las rutas de la caña de azúcar desde finales del siglo XV y durante la primera mitad del siglo XVI. Al amparo de este comercio se produce la llegada de arte flamenco que, destinado al ornato y deleite en las haciendas, capillas, ermitas y conventos, será un medio de afirmar la personalidad y el prestigio social de estos nuevos pobladores que forman parte de lo que se ha dado en llamar la cultura atlántica del azúcar.

Destacan las obras de Pintura Flamenca del siglo XVI. La pintura religiosa presenta un peso específico en la colección, fundamentalmente las hagiografías (representaciones de Santos). Mayoritariamente son óleos sobre tabla, con superficies lisas y pulidas, soportes que permiten un detallismo minucioso y preciosista. Los acabados poseen un brillo casi esmaltado, al servicio de una estética en ocasiones acentuadamente goticista, como observamos en la Estigmatización de San Francisco. El paisajismo es un elemento recurrente, ya sea por sí mismo o como fondo de otro tema principal, Así, la profundidad llega a través de la vegetación y las montañas, que se funden con los azules grisáceos de los cielos.
Las dos tablas pintadas por Gumart de Amberes son un claro ejemplo de la estética flamenca al servicio de la temática sacra. La dedicada a San Juan Bautista es una obra que posee un doble mensaje. De un lado es la representación de San Juan, de otra parte una alegoría sobre el perdón a través del bautismo. Es común a las dos pinturas el empleo de intensos contrastes de luces y sombras, lo que podemos observar también en Santa Lucía, que sostiene en una de sus manos la bandeja con sus ojos, mientras que en la otra empuña el punzón o estilete con que fue martirizada.



Las figuras flamencas, “Arte a cambio de azúcar”.

Las cinco espléndidas piezas flamencas, localizadas en la actualidad en Valsequillo, formaron parte del antiguo retablo de San Bartolomé o de los Mártires, que ocupó desde el siglo XVI una de las cabeceras del templo de San Juan Bautista de Telde. La capilla había comenzado a edificarse con las aportaciones económicas de María Fernández Calva, hija de Alonso Zorita el Viejo y de Catalina Fernández Calva, quienes poseían ingenios en ese lugar. Traspasada la primera mitad del siglo XIX, tal retablo fue desmantelado, para colocar en él la mitad de un tabernáculo que ocupaba la capilla mayor. Estas piezas pasaron al oratorio particular de Era de la Mota, propiedad del presbítero Cristóbal Suárez González.




Del citado retablo se conservan estas recoletas tallas, que fueron realizadas en un obrador de Amberes. Las que muestra Santa Lucía, Santa Clara, Santa Catalina de Alejandría y San Bernardo, son de tamaño similar, mientras que una quinta de tamaño menor recoge a Santiago Mayor. Sus calidades, aparte de los irreversibles daños que han sufrido, son superiores a las que ofrece el tríptico de talla que hoy ocupa una parte del retablo mayor del templo dedicado a San Juan Bautista en Telde, de confección igualmente amberina.


Las labores de consolidación de las piezas y subsiguiente restauración fueron encomendadas a Claudio Carbonell, bajo la dirección de María Cárdenes del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria. La intervención se realizó entre los meses de diciembre de 2002 y mayo de 2003. Los análisis físico-químicos desvelaron que las tallas habían sido confeccionadas con piezas de madera de roble, especie ésta muy utilizada en las realizaciones flamencas, engarzadas a unión viva.
 La preparación está constituida por una espesa capa blanca que contiene creta natural, así como cola animal. Las vestimentas están doradas sobre una superficie de bol rojo, y policromadas luego al temple. En cuanto a las carnaciones, destacamos que fueron realizadas aplicando primero una capa de color naranja, sobre la que se añadieron veladuras blancas al óleo.


En 2007 fueron declaradas bien de Interés Cultural. Finalmente, las piezas han sido legadas al ayuntamiento de Valsequillo por sus propietarios, la Familia Pérez Martel.


Texto realizado por Mª de los Reyes Hernández Socorro.

También quiero destacar en esta foto los clavos que se les ha puesto después de la restauración, que son de quita y pon, porque la ley así lo ha impuesto, (toda restauración o rehabilitación tiene que realizarse de tal manera que se puede deshacer en un momento dado).

(Foto propia)



Aquí destaco el trato de la madera...


(Parte lateral de las tallas)

La parte trasera de las figuras...
(Foto propia, bajo de los vestidos)



Detalles...
(Foto propia)



sábado, 9 de noviembre de 2013

Proposición para BIC, Ermita de San Antonio (Telde)

(Foto tomada desde la FEDAC, 1925-1930)


En esta ocasión Quisiera proponer como BIC a la Ermita de San Antonio de Telde, situada en el barrio de San Antonio. 
Como sabemos, según la Ley de Patrimonio , podemos proponer, con sus debidas justificaciones y especificaciones, un bien patrimonial, para que se pueda contemplar como Bien de Interés Cultural.
La Ermita tiene una Historia interesante, con altibajos que hacen de este monumento, un caso tan singular como los que corresponden a sus iguales coetáneos. Recordemos que el barrio de San Antonio está situado en Telde y se puede subir, desde la GC1 por La Pardilla, camino a Telde, la Ermita la encontramos a medio camino de la carretera.


Situación de la Ermita.
(Foto tomada de google Earth)


En dirección Este, a poco más de un kilómetro del casco histórico de Telde y a la izquierda del antiguo camino que conduce de aquel a las primitivas tierras de remudas y al pago del Tabaibal, más tarde conocido con el nombre de San Antonio, se localiza la recoleta ermita del mismo nombre, erigida en honor del santo franciscano de Padua.
Se trata de una pequeña fábrica donde los elementos clasicistas y mudéjares se conciertan en agraciada armonía para dar lugar a un inmueble de modestas y equilibradas proporciones provisto de “singular expresión arquitectónica” y de “gran sabor popular”.

Aunque su estado de conservación puede ser estimado como satisfactorio, sería aconsejable que la Administración pública iniciara, con la mayor celeridad posible, las diligencias para su declaración como Bien de Interés Cultural. Ermitas de Fuerteventura y Gran Canaria, de similares características y estilo, han sido incluidas en el amplio catálogo de las construcciones meritorias de ser motivo de preservación y cuidado.
Desde el año 2011 hasta la actualidad, la Ermita se somete a una rehabilitación por parte del Ayuntamiento de Telde a petición y ruego de los vecinos del barrio homónimo.
Me llamó la atención en mi visita, que el resto de las estructuras arquitectónicas sufriesen un imparable desgaste del tiempo. Pudiendo ser muy útiles para poner en valor el conjunto, se han decidido rehabilitar sólo la ermita, que aun así, no deja de ser un tesoro algo escondido a ojos de visitantes y turistas.

Historia.

El oratorio de San Antonio forma parte de un conjunto de tapias, almenas, portalones y escudo. Su construcción data de fines del siglo XVII, en una iniciativa que se debió a la familia Castillo-Olivares, descendientes de los conquistadores Hernán y Cristóbal García del Castillo, en un solar situado a escasos metros de su hacienda particular
Tres Suertes.
Desde su edificación y hasta la década de los 80 del siglo XIX, la ermita de San Antonio estuvo vinculada al antiguo Mayorazgo fundado por Cristóbal García del Castillo. Al fallecer el día 4 de enero de 1880 José maría del Castillo-Olivares, último y duodécimo poseedor de la citada institución familiar, la obra religiosa y la finca pasaron a propiedad de una compañía comercial inglesa. Algo más tarde, en 1889, los bienes de la firma londinense en el lugar del Tabaibal fueron adquiridos por Antonio de la Nuez Romero, a quien el Obispado de Canarias le concedió el patronato de la ermita a condición de que la cuidara, aseara y dotara de los ornamentos necesarios.

Según el investigador Pedro Hernández Benítez, las referencias manuscritas más antiguas del inmueble datan del primer tercio del siglo XVIII. En el Libro Primero de procesiones del Archivo Parroquial de San Juan se dice que “en el año de 1734 el beneficiado de aquella parroquia iba en procesión a la ermita de San Antonio”. También el aludido sacerdote teldense cita en su obra magna ”
Telde: sus valores arqueológicos, históricos, artísticos y religiosos” que Alonso Olivares Lezcano instituyó en el templo de San Antonio tres capellanías que fueron reducidas a una en 1851, siendo patrono del mismo José del Castillo-Olivares Falcón, cuyos restos reposan en el sepulcro de losa de mármol blanco que se encuentra en el pavimento, al lado del altar.

El valor aproximado de la ermita a principios del siglo XX era de 200 pesetas, según se recoge en el Libro de Inventarios del archivo religioso de San Juan de Telde.

DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA Y ARTÍSTICA

Desde el punto de vista arquitectónico, la ermita de San Antonio es una fábrica en la que se repiten los cánones estilísticos empleados en otras edificaciones de estas características, también ligadas al Mayorazgo, como es el caso de las ermitas de Juan Grande (San Bartolomé de Tirajana) y de San José de Las Longueras (Telde).



De planta rectangular, luce una sola nave de reducidas dimensiones, con cubierta exterior a dos aguas de tejas curvas, a la que se une por su lado sur una pequeña habitación cuadrada, de techo plano, que sirve como sacristía. En la fachada principal del templo, orientada al Oeste, se abre la portada de tea, de dos hojas decoradas con tachones de hierro, que está encuadrada por un arco de medio punto de cantería gris que descansa sobre dos soportes laterales del mismo material.
El frontis está rematado en su extremo superior derecho por una pequeña espadaña, también de cantería gris que exhibe un hueco en forma de arco de medio punto donde se asienta la campana.
Podemos aun hoy, apreciar el suelo de piedras original, por una puerta lateral del muro que conduce al complejo arquitectónico al que pertenece la Ermita en un origen. Actualmente no se ha rehabilitado, estando en un estado grave de conservación.
(Foto propia)


En el interior de la ermita, pobremente iluminada por una diminuta venta a modo de saetera abierta en la pared sur, el austero artesonado de tea que reviste la techumbre y la piedra azul del suelo contribuyen a crear un ambiente especial que anima al recogimiento y a la oración. Posee un púlpito de tea con escalera de balaustres, probablemente de principios del siglo XIX, y pila de agua bendita de cantería. En el testero del presbiterio se encuentra el altar, realizado en maderas policromadas, que alberga un lienzo con la figura del santo franciscano bajo cuya advocación se halla la ermita.

Atendiendo a lo limitado de la superficie de la edificación, es de suponer que la riqueza de bienes muebles no es importante. Sin embargo, posee ciertos objetos de un valor artístico e histórico estimable. Es el caso de una pequeña escultura de madera policromada del apóstol San Pedro, catalogada como de la segunda mitad del siglo XVIII, al igual que las imágenes de la Virgen y de San José; una talla de San Juan Bautista, de tamaño diminuto y factura primitiva; una cruz franciscana de madera cubierta con piezas de nácar, y, finalmente, el citado cuadro de San Antonio del altar y una pintura que reproduce una sagrada conversación, seguramente de los últimos decenios del siglo XVIII.

A modo de epílogo, integrante de un entorno donde las almenas de las tapias sobresalen como singular elemento decorativo y en el se da un vínculo equilibrado del mampuesto encalado y la piedra labrada con la madera y las tejas, la ermita de San Antonio de Padua es un modesto pero representativo exponente de la arquitectura religiosa mudéjar, lo que obliga a todos a perpetuar su recatada estampa.

¿Cómo se podría explotar la Ermita para ponerla en valor?

Existen diversas maneras de explotar un bien que no sea de manera equivocada, por supuesto ni dañando el inmueble. Si las entidades gubernamentales quisiesen, se podría habilitar todo el conjunto arquitectónico, y no solamente la ermita, y darle un uso vecinal, en el cual se pueda realizar actividades dentro del recinto. Las actividades podrían ser poco nocivas y poco impactantes, podrían ir derivadas a las manualidades, artesanía canaria, tascas típicas canarias y los usuarios vestidos típicamente, para "crear" una zona temática dentro del lugar, en el cual, la ermita jugaría también su papel inicial de albergar una imagen del Santo homónimo, y una decoración adecuada.
Se podría explicar la Hª del lugar, y contar las vicisitudes de las construcciones, desde que fueron creadas hasta ahora.

Se podría fomentar el empleo y la creatividad para la mejor explotación. Que la entrada sea gratuita (que ayuda bastante a llamar al público) y que sólo se pague lo que se consuma o se compre dentro de cada una de las estancias, previamente entregadas bajo concurso, para la explotación del espacio por aquellos emprendedores que quieren aportar ideas nuevas al proyecto.
Facilitaría la inserción laboral de aquellas personas mayores y jóvenes que, de modo voluntario, quieran participar en el proyecto sin ánimo de lucro, manteniendo así a ese estrato poblacional ocupado y aprendiendo oficios ya olvidados y obsoletos para recuperarlos del olvido. Lo obtenido como beneficio, sería para mantener el lugar en óptimas condiciones, y facilitar la labor publicitaria.
Considero que ese proyecto, por otra parte, viable, puede ayudar a mantener la comunidad unida, ayudar a la sociedad que se encuentra en el umbral de quiebras económicas personales, a la juventud que se encuentra sin mantener estudios ni trabajos, ocuparlos dentro de una actividad económica, desviando así las malas costumbres de aquellos que delinquen o adornan las plazas y los parques con sus presencias, sin aportar nada a la sociedad, como a aquellos ni a ellos mismos.
En fin un proyecto que sea de todos, avalado por un Ayuntamiento comprometido, que los ciudadanos se integren en las empresas, que los espacios sean de los vecinos, y siempre apoyados y las actividades que en él se puedan realizar, revisadas por técnicos especialistas del Patrimonio, que los traten y los trabajen como suyos, esos espacios, adoptando así las costumbres de los antiguos pobladores y padres de proyectos como el conjunto arquitectónico de la ermita de San Antonio.


Webgrafía:

http://www.teldeactualidad.com/old/modules.php?name=News&file=article&sid=13940 , consultada el 25/10/2013.
http://www.teldeactualidad.com/hemeroteca/noticia/politica/2011/11/28/8073.html , consultada el 25/10/2013.
http://www.guiahistoricoculturaldetelde.es/index.php?option=com_content&task=view&id=9677&Itemid=2 , consultada el 24/10/2013.
http://www.laprovincia.es/gran-canaria/2011/08/13/telde-invierte-73000-euros-salvar-ermita-siglo-xvi/393534.html, consultada el 24/10/2013.
http://www.teldeactualidad.com/old/modules.php?name=News&file=article&sid=5476, consultada el 24/10/2013.